En el límite del municipio de Sant Adrià del Besós con el distrito de Sant Martí de Provençals existió el espacio suburbial llamado Camp de la Bota (Campo de la Bota), cuyo nombre provenía del tiempo de la ocupación napoleónica recordando al término "butte", nombre francés para designar los terraplenes levantados para las prácticas de tiro. En 1858 se construyó en él el castillo "de las Cuatro Torres" por el capitán general de Catalunya, Juan Zapatero, apodado "el Tigre de Catalunya" cuando fue Gobernador militar, por su fama de hombre cruel, simplista y arbitrario en sus actuaciones represivas contra el pueblo. El edificio se convirtió en la Escuela de Práctica de artillería hasta el inicio de la Segunda República. El arenal del Camp de la Bota, con el parapeto o paredón de tres metros de alto por cuarenta de largo, fue utilizado como lugar de fusilamiento primeramente por las autoridades republicanas durante la guerra civil. Allí llegarían a ser ejecutados cuarenta y cuatro militares rebeldes en septiembre y octubre del 1936, y posteriormente se documentan que entre 1939 y 1952 fueron fusiladas por el régimen franquista allí 1717 personas, 1.706 hombres y 11 mujeres. Se trataba de personas que no tenían la evidencia de que su vida estaba en peligro y fueron víctimas de la delación y la venganza. Entre estas 11 mujeres figuraba Nieves Bouza Gil, de 22 años, que vivía en el Poblenou, afiliada a la CNT. Detenida por la delación de un vecino, fue juzgada por procedimiento sumarísimo el 26 de abril de 1939 y ejecutada el 26 de Mayo. No se le conocía ningún delito de sangre, simplemente como miliciana de retaguardia en labores auxiliares (cocinando y lavando ropa) en el castillo "de las Cuatro Torres" hasta que el gobierno central de Largo Caballero decide acabar con la emblemática figura de "la miliciana", figura que precisamente le costaría la vida a la joven Nieves Bouza. Su caso es citado y bien documentado en la "Memòria de la presó de dones de Les Corts", cárcel donde estuvo encerrada hasta su ejecución.
El mismo año 2004 en que en este espacio de fusilamientos se celebraba el Fórum Universal de las Cultures y donde desde las obras se había retirado una placa en su recuerdo, el artista multimedia Francesc Abad inicia una exposición itinerante concebida como un "trabajo en curso" en que a partir de datos históricos se pide a los familiares de los fusilados aporten documentación, fotos y demás datos. Un proyecto que desde el recuerdo se convierte en una denuncia del evento como un mecanismo ideológico de ocultación y despolitización, un proyecto que va creciendo contra esa voluntaria pérdida de la memoria. La placa fue repuesta de nuevo y al gran trabajo divulgativo y de investigación de Francesc Abad podemos acceder como un completo viaje testimonial desde la web de su exposición titulada: El "Parapet"· Diagonal núm.1 · EL CAMP DE LA BOTA